12 agosto 2017

PURITO 2017 (145km)

Brutal el "paseo" de hoy por los Pirineos!
"La Purito" recorre, sin salir de Andorra, puertos de singular belleza y dureza. 145km y más de 5000m acumulados.

La marcha empieza ya el sábado por la noche en la habitación del hotel, cuando me doy cuenta que me he dejado los bidones en casa, no quiero ni pensar como pude ser una marcha de tal calibre sin líquido abordo. Tras romperme la cabeza para solucionar el tema decido ir a dormir con la tarea de visitar alguna gasolinera primero e ir a la organización después para ver si tienen alguno.

A las 4 de la mañana y muy pocas horas dormidas he de levantarme a cerrar la ventana, un violento granizo irrumpe en la habitación. Poco después estoy desayunando con una importante lluvia, un ojo en el radar del teléfono y otro en la papilla que me he traído de casa.

Antes de la salida recorro hasta 4 gasolineras para buscar una botella que más o menos ajuste en el portabidones.

Menos mal que el diseño del CARBONIF abierto por detrás ha ayudado a encajar la botella.

La organización tampoco tiene ninguno, por lo que ya veo que voy a tener que parar en todos los avituallamientos para repostar, por suerte no ha sido un día caluroso. 

En la salida el speaker entrevista a todas las celebridades, que no son pocas, el poder de convocatoria de Joaquín se deja notar.  Aunque está lloviznando he dejado en el guardarropa el chubasquero, me decanto finalmente por los manguitos y un paravientos que no me llego a poner en ningún momento.

Iluso de mí, como es una marcha tan larga se levantará un poco el pié pensaba... pero al llegar a la base del primer puerto, Beixalís ya se ha formado un selecto grupo al que no logro dar caza.




Antes Marc Díaz ya me había avisado de la dureza de las primeras "trampas" quiero decir rampas, que junto los primeros km de Encamp me ha parecido lo más duro de la marcha.

Las bajadas están muy peligrosas, mojadas y sucias de la tormenta de la noche anterior pero no hay prisa vamos a ritmo.

Ordino lo subo fácil, con un ojo en los watios promediando unos 260w intentando "meter' cadencia para no sobrecargar muscularmente. Al coronar, paradita para llenar la botella y seguimos a por el tercero.

La Rabassa es el que mejor subo, me siento súper cómodo, pienso incluso que la Purito no es tan dura 😂😂. Conozco a José Hermida y entablamos unos minutos de agradable conversación. Con él tengo algo en común: Nuestro entrenador, un orgullo poder compartir "algo" con una leyenda viva del MTB.

Llevamos muchos km y hacer malabarismos con la botella de agua ya no es un problema, le he pillado el truco. Empieza el primer puerto cronometrado y no he guardado nada. Me he planteado la marcha de manera continua, para hacer el menor tiempo posible. Por contra hay ciclistas que "descansan" para realizar unas buenas cronos en los puertos marcados.

La temida Gallina tiene miga, rectas con mucho desnivel donde no se ve el final, creo que voy a desgastar la batería del Etap de las veces que le doy para ver si subo un piñon más. El 39 delantero tiene brillo y mis piernas empiezan a flaquear cuando me pongo sobre los pedales. Menos mál que voy con buena compañía, Jesús Hernández recién llegado de la vuelta a Polonia que ha salido a estirar piernas y Guillermo Prieto, un amputado sub 6:00 en la QH. Impresionante!

Cuando llegamos al lecho del valle tras un eterno zizzagueo el Garmin marca 5h ya solo queda un "puertecito" y el repecho final je je.

El Puertecito es La Comella 5km de nada colocado para "jo#er" por que... ¿Que necesidad había? 😅 Arriba relleno la botella por última vez  y me como el último sándwich de membrillo que llevaba. Sí, voy más ligero, casi un quilo menos de comida encima pero empiezo a ver nublado y no precisamente por el calorazo que empieza a apretar, si no por el globo que estoy empezando a pillar.





Los 5 primeros km de Encamp se me hacen eternos, el pulso está cerca del ralentí y los Watios apenas suben de los 220. Aquí es donde decido que el año que viene pondré el 36. Las 6:30h que tenía como objetivo veo que se  esfuman, pero da igual... Cómo he gozado durante todo el día!

Cuando el desnivel suaviza diviso el arco de llegada, pero mientras tanto no paro de fijarme en los numerosos dorsales rojos (los de la larga) que van bajando por el carril contrario.

Acabar en alto una marcha con más de 5.200 de desnivel en las piernas es una sensación indescriptible, roza casi lo épico. En Andorra no hay llano, o se sube o se baja y eso lo hace más duro aún.


Sustituyo el recovery que olvidé poner en la bolsa por una efímera butifarra que me sabe a gloria, no hay más carreras a la vista en unas semanas por lo que puedo relajarme 😄



Me llevo una muy buena experiencia por haber conocido una zona preciosa, rodado junto a gente de mucho nivel y por haber disfrutado de una marcha súper bien organizada. Nos vemos en la Purito del 2018 donde seguramente me centraré más en las cronos 😅

Gracias José por la conversación y la foto.



(Post editado desde el teléfono)